Es una enfermedad que consiste en la desviación del primer dedo (o dedo gordo) del pie. En ella se afectan principalmente dos huesos, la falange que se desvía hacia afuera y el primer metatarsiano que se desvía hacia dentro (en la foto adjunta queda un poco más claro). Al quedar el metatarsiano tan superficial, aparece el bunion o exóstosis, que es el bulto que llama la atención a los pacientes y el que provoca el dolor principalmente.

Es más frecuente en mujeres, las teorías actuales parecen que demuestran que es por el uso de calzado inapropiado (zapato estrecho con tacón alto), y porque las mujeres son más laxas en general, aunque hay muchas más causas, y dentro de ellas la herencia genética también es un grupo importante. Existe una variante que se llama Hallux Valgus Juvenil, que se da en pacientes muy jóvenes.

La única manera de intentar prevenirlo es con calzado adecuado, ancho y plano, con una buena plantilla, aunque hay casos, como los genéticos, que pueden aparecer igualmente aunque se tomen medidas adecuadas de prevención.

Una vez que el paciente sufre esta afectación sólo nos quedan dos vías de tratamiento, uno conservador, con él trataríamos el dolor y consiste en adoptar las mismas medidas que he descrito en el párrafo anterior añadiendo además un cambio en la actividad, y el quirúrgico, más efectivo, y único posible en grandes deformidades.

La técnica quirúrgica consiste mayoritariamente en hacer una osteotomía, que en términos prácticos es como realizar una fractura controlada para corregir la deformidad y colocar el hueso, y, por ende, el dedo, en su posición natural. Para realizar esta osteotomía hay muchísimas técnicas descritas, y se podrían dividir en dos grandes clases según la incisión (o herida) que se realice:

– Cirugía abierta: es la clásica, se realiza una herida de unos 3-5 cm sobre la zona a tratar. Se utiliza sobre todo en grandes deformidades, y se suelen colocar uno o dos tornillos, así como una grapa quirúrgica, que quedan englobados en el hueso y que no suele hacer falta retirarlos, a menos que se desplacen y molesten. Las técnicas más utilizadas en este tipo y en nuestro ámbito son dos técnicas llamadas osteotomía de Chevron y osteotomía de Scarf para el metatarsiano, y osteotomia de Akin para la falange.

– Cirugía percutánea: también mal llamada cirugía láser, se realizan las osteotomias mediante  pequeñas incisiones (o heridas), que en ocasiones no requieren ni siquiera puntos de sutura.

Después de la intervención se coloca un vendaje que se deberá llevar durante unas 4 semanas (ver en el apartado Hallus valgus de Recomendaciones). Éste es mucho más importante en el caso de la cirugía percutánea, ya que al no fijar la osteotomía con tornillos, esta se mantiene en su posición por el vendaje.

Los dos tipos de cirugía son apropiados y el uso de uno o de otro dependerá de los grados de desviación del hueso. así como de la pericia y experiencia del cirujano con cada técnica (la tendencia actual es utilizar las dos técnicas, aplicándolas como el médico considere necesario para obtener los resultados más óptimos).