Qué es la fascia plantar

La fascia plantar es una aponeurosis (una especie de malla de un tejido parecido a los tendones), que se encuentra en la planta del pie. Esta membrana da soporte al arco del pie y se palpa como un cordón fibroso cuando flexionamos los dedos del pie y el tobillo hacia arriba. Se inserta en el calcáneo que es el hueso que forma el talón.

Qué es la fascitis plantar y el espolón calcáneo

La fascitis plantar aparece por un aumento de la tensión en la fascia, asociada a microtraumatismos repetidos, que provoca un proceso inflamatorio, con cambios degenerativos y periosteitis (inflamación en la membrana que rodea el hueso) de la zona donde se inserta la fascia en el calcáneo.

Esta periosteitis puede llegar a provocar una calcificación en la zona de inserción en el calcáneo, calcificación que se conoce como espolón calcáneo. La fascitis es más frecuente si se asocia a obesidad, ocupaciones que requieran una bipedestación (estar de pie) prolongada o caminar por una superficie dura, actividades atléticas y, más frecuente todavía si se asocia a un fallo estructural del pie, por lo general pies cavos (pies con mucho puente) o pies planos, acortamiento del tendón de Aquiles o de los isquiotibiales (esto se comprueba cuando no llegamos al suelo con las manos sin doblar las rodillas), o debilidad de la musculatura plantar. Un calzado inapropiado para nuestra pisada también lo puede intensificar, sobre todo zapatos muy planos con una suela dura.

Síntomas

El paciente con esta patología se queja de un dolor en la planta del pie, sobre todo en el talón. El dolor es más intenso al levantarse y poner el pie en el suelo. Cuando se camina un rato el dolor mejora, pero si continúa caminando el dolor vuelve a empeorar.

Tratamiento

El mejor tratatamiento para la fascitis es la prevención,  mantener un peso adecuado a nuestra estatura, uso de zapatos almohadillados, y a ser posible combinados con unas buenas plantillas hechas a medida de cada paciente. Hay que tener en cuenta que los zapatos están diseñados para pisadas neutras, y casi nadie tiene una pisada neutra. Los zapatos específicos para pronadores o supinadores ayudan, pero estos protegen ciertos grados de supinación o pronación, pero ningún supinador ni ningún pronador tienen los mismos grados, por todo ello, lo más eficaz es tener unos zapatos con pisada neutra y colocarles unas plantillas personalizadas, realizando un estudio de la pisada en centros de podología y/o ortopedias. También es importante la realización de ejercicios de estiramientos de gemelos e isquiotibiales de forma frecuente, varias veces a la semana.

Una vez que se instaura la fascitis el tratamiento es difícil y requiere tiempo. Se basa sobre todo en medidas conservadoras. Antiinflamatorios (AINEs), pérdida de peso, ejercicios fisioterapéuticos en domicilio asociados a ejercicios de estiramiento de gemelos e isquiotibiales (en los pacientes que lo necesiten) y zapatos adecuados con plantillas de apoyo de arco plantar personalizadas son el primer tratamiento a realizar. Si no conseguimos mejorar a pesar de realizar estas medidas durante al menos un mes, el siguiente escalón consistiría en infiltraciones (actualmente se ha visto que las infiltraciones con gel plaquetar son más eficaces), así como fisioterapia en centro especializado. Actualmente está más que demostrada la eficacia de las ondas de choque en pacientes con patología rebeldes a los anteriores tratamientos. En última instancia quedaría el paso por el quirófano, consistiendo la intervención en una fasciotomía (cortar la fascia para de esta manera quitarle tensión). Actualmente está en entredicho quitar el espolón, ya que éste no es el causante del dolor, sino una consecuencia de la tensión de la fascia (que es lo que provoca el dolor). Este tipo de cirugía actuamente se hace mediante cirugía mínimamente invasiva (o «láser», como se le conoce popularmente), y no requiere ingreso. De todas formas esta cirugía sólo será eficaz por un periodo de tiempo si no se toman las anteriores medidas como costumbre, ya que las causas que han provocado la fascitis plantar continuarán existiendo, y ésta aparecerá nuevamente y el dolor acabará volviendo con el tiempo.